El calor de la noche,
mi pelo ocupando
tu almohada,
el silencio de nuestros
cuerpos.
Enredas tus dedos
en mi pelo,
te tiendo mi abrazo.
Tus ojos brillando,
mi reflejo en tu pupila,
el deseo que despierta,
nos atrapa.
Sentimos el calor
de nuestras manos
en la piel.
La ondulación de nuestros cuerpos
la humedad de nuestros besos,
hilos interminables nos unen
y nos miramos para siempre.
» el silencio de nuestros cuerpos.» Para amarse y lograr una conexión aveces sobran las palabras.
» Tus ojos brillando, mi reflejo en tu pupila, el deseo que despierta, nos atrapa.» Al reconocerse en tan bello momento y Palabras,
Solo hace falta la unión de pensamientos y acción para reconocerse como verdaderos amantes más allá del bien y del mal…
Y el final del poema, no podía terminar de otra manera, exquisitamente bello, hermoso y a un paso de la eternidad.
Excelente poema que toca la fibra más profunda del alma.
Gracias POETISA Por tan bello trabajo.
Gracias por tu visita y por tu comentario. Espero que el sigas disfrutando de mis letras. Un saludo, Alicia