
poemas de la paz
Recorre conmigo esta recopilación de poemas sobre la paz, porque es a través de la paz donde hallamos equilibrio.
He escrito poemas de paz interior que hagan pensar, pararse y respirar y que ayuden a encontrar serenidad y calma cuando el miedo atenaza.
En este rinconcito podrás encontrar poemas de la paz cortos, podrás compartir poemas del día de la paz y entre todos iremos sembrando semillas de armonía.
Todas mis poesías de la paz
Más allá de la vida
Y pasaron tantas cosas,
tantos días,
media vida
y acompañando a mi alma
tu recuerdo,
que me hizo fuerte.
Viví el presente
sin olvidar el pasado,
tan solo deseando
que el futuro
a mi lado te trajese.
Fue esa esperanza
la que me hizo flotar
cuando me hundía.
Como el deseo de amarte,
siempre vivo
al recordarte.
Al volver a encontrarte,
recuperé la paz
que había perdido.
Ahora soy,
la mujer que deseaba ser,
la que llevaba dentro
esperando salir
por ti,
porque en ti,
vuelvo a ser yo.
Ya no quiero un futuro,
tan solo el presente,
esté,
que la vida nos regala.
De tanto soñarte,
te hice real,
de tanto desearte,
te he convertido en vida,
mi vida.

A veces la noche
A veces la noche cargada
de tanta pena
acumulada
descarga lágrimas humilladas
en un mar de desesperanza
y se convierte
en sufrimiento
y tinieblas.
El cielo se viste de luto,
la luna deja de brillar
desatando tormentas funestas,
haciendo que el destino
vuelva a vagar nuevamente,
perdido en el infinito
de un cielo dolorido.
El tiempo se desvanece
poco a poco.
La oscuridad
todo lo inunda.
Lo da todo por perdido,
quiere perderse de nuevo
y para siempre
dentro de ella.
Pero el evanescente sol,
vuelve a nacer
en aquel oscuro ocaso,
le regala algo
llamado paz
y bañada de rocío,
la noche,
puede volver a su lecho
de sueños.

Versos color azul
Comencé a susurrar palabras
para eludir al silencio.
Luego, las fui escribiendo,
enfrentándome al vértigo
de una hoja en blanco,
para que el paso del tiempo
no las fuera desdibujando,
porque a veces,
los recuerdos son frágiles
y otras veces
son más bonitos que la realidad.
Escribía y la tinta
se escapaba de mis venas.
Las letras eran mi refugio,
la única manera de mantenerme
cuerda.
Cobijada en las palabras
encontré la paz
que necesitaba.
De la pluma brotaron
nostalgias y alegrías,
historias tristes,
otras muchas alegres.
Escribí sin miedo,
escribí sin pensar,
escribí lo que sentía.
Escribí despacito
palabras que hacían olvidar
las que dolían.
Escribí para hacer de la vida
una aventura,
para que al sumergíos en mis letras,
vosotros que me leéis,
descubrierais todas las promesas,
que las vivierais, las sintierais
que os hicieran suspirar
al hacerlas vuestras.
Escribí para que volvierais
a sentir,
la emoción de amar
cada día,
en cada una de mis sílabas.
Escribí versos
con sabor a paz y esperanza.
Versos color azul,
con sabor a mar.
