
poemas de soledad
En este rincón encontrarás poemas sobre la soledad y que quizá te ayuden a abrazar la tuya.
Poemas de abandono y soledad en los que se reflejan sentimientos como el desamparo, la melancolía y la nostalgia. Poemas a la soledad del corazón para hacerle compañía. Poemas sobre la tristeza y soledad, pues la tristeza es amiga de la soledad y casi siempre van de la mano. Poemas de dolor y soledad que al leerlos te harán sentir consuelo.
Todos ellos incluidos en esta poesía de soledad para que con estos poemas para la soledad puedas llegar a entenderla y evitar su daño si no es elegida. Si mis poemas muy tristes de soledad te han hecho sentir, también lo hará mi poesía de tristeza y soledad.
Todas mis poesías de soledad
EL ÚLTIMO VIAJE
Le ocultó su dolor
y sus dudas.
Quedó afligido
e inconsolable.
Su mirada fría,
era la de un hombre
sin esperanza.
Viejos dolores
lo acechaban.
Inmutable,
no sabía como superar
sus pesares.
Entre la ingratitud
y el remordimiento,
maldecía contra el destino.
Se dejó arrastrar
por la vida
de tanto que le dolía.
Derrotado, desolado,
lleno de pesadumbre,
vivió sin rumbo, ni propósito.
Y todo sucedió `porqué
perdió el alma una tarde
de verano.

Si tú no vuelves
Se queda quieto, solo y en penumbra
horas perdidas en silencio
cuando los días no saben a nada.
Se ablanda, se empequeñece, se arruga,
el miedo se alarga como sombras
incapaz de huir
de sus laberintos.
Un corazón pétreo
chispas de un fuego efímero
síntomas de la soledad,
ojos atormentados.
Atropellado por el tiempo,
borracheras para olvidar
amores, dolores,
olvidos,
hay días que amanecen
demasiado pronto
y la ausencia le aplasta
el pecho, como si no pudiera
o le hiciera falta vivir.
No sin ti…

Algo extraño
Triste, infeliz,
desanimado, herido,
ya no esconde su dolor.
Noches largas,
días vacíos,
vida sin sentido.
¿Cuál es su sufrimiento?
Un fracaso,
un error,
otro fracaso.
Un drama.
Triste,
tan triste,
solo sabe llorar.
Está bien llorar
¿Qué dolor padece?
Rechazo, incertidumbre,
el desencanto.

Sin ti
Donde voy si me haces falta,
llevas todo lo que soy,
sin destino que seguir.
voy contigo, pero no sé dónde voy.
Donde voy si la soledad me arrastra
sí ando buscando tu mirada
en unos ojos que me miran
pero no me ven.
Donde voy si miro al cielo
y pienso que tu vendrás
para calmar el ansia de mi soledad-
Donde voy si al final de todo
solo fuiste más que eso: todo
Donde voy si quererte es esperar,
es romperse.
y romperse es volverse a amar.
Y yo no sé cómo se hace
para dejar de quererte
tampoco quiero saber.

Entre la sombra y la luz, la soledad
La soledad
es sonora,
tiene los sonidos del llanto,
de las lágrimas derramadas.
La soledad
habla de ti todo el tiempo,
no se calla ni un momento.
Hablan los recuerdos
atormentando el alma.
Cuando crees que todo ha pasado,
te das cuenta de que nada
ha terminado,
que lo peor acaba de empezar,
porque aún siendo
un abandono presentido,
todo comenzó con tu marcha.
La soledad
se instala, se acomoda,
entre la sombra y la luz,
llega para quedarse,
ahogando el presente,
condicionando el futuro.
Lo inunda todo
y todo se viene abajo,
tan solo queda esperar,
años de silencio
para que llegue un nuevo
comienzo,
empezar de nuevo otra vez

Soledad
Ya no estás aquí ,
soledad, te has ido.
Ya no te noto,
estás ausente.
La lluvia ya no es triste
y el viento suspira
con aire de primavera.
Ya no me vistes de gris,
soledad,
no me envuelve tu amargura,
ni respiro tu caótica melancolía .
Ya no andas a mi lado,
no tiras de mi,
para arrastrarme al abismo.
Ya no me tocas, soledad,
ni tan siquiera,
me rozas.
Ya no puedes esconderte
para pillarme desprevenida
e invadir mi alma
de tristeza.
Soledad,
ya no eres el abrazo
donde quiero estar.
He encontrado mi estrella perdida
y ha llenado de luz,
mis días más oscuros.

El abrazo de la soledad
Se abrió a la soledad
y la soledad le gustó.
Lo hacía cuándo
la realidad le aburría
para que los ojos
no se le llenaran
de lágrimas.
Entre el corazón y la razón
sus pensamientos
quedaban suspendidos
en otras realidades
así, intentaba despegar
de su alma
ese dolor enquistado
que era como una fotografía
que dura toda la vida.
Pensaba en una vida nueva
que quería nacer,
una nueva vida sin heridas
sin amarres,
una vida ligera,
sin pesos, sin lastres,
una vida vacía.
Se alejó de todo
y de todos
para dejar de sufrir,
a un lugar lejano
donde intentar
sufrir un poco menos.
En las noches sin sueño
le sobrevenía el vacío.
Melancolía y desesperación,
pues nunca sabría lo que
las palabras herían .
Pero su paz
era superior a todo
y su tranquilidad
le daba seguridad.
Abandonó sus recuerdos,
aprendió a comprender,
halló la paz
en el silencio.
Se deshizo de la ira
abandonó los reproches
se olvidó
de las preguntas sin respuestas,
del inmenso dolor
que le causó
el abandono.
Aprendió a vivir
sin penas propias
ni ajenas.
Le bastaban
sus certezas,
y con ellas se quedó.
