
poemas de despedida
Este es un lugar especial dedicado a la poesía de despedida, una de las cosas que más cuesta en la vida y que al mismo tiempo es la más necesaria.
Podrás encontrar tanto poemas de despedida cortos, donde el adiós no tiene rencor y se deja marchar a la persona que se ama, como poemas de despedida a un ser querido, hasta algún que otro poema de despedida con reproches.
Saber decir adiós no es fácil pero se puede conseguir y espero que estos poemas de despedida te ayuden a hacerlo.
Todas mis poesías de despedida
Fuiste, eres, serás en mi,
una fuerza tan violenta que casi
me destruyes.
Creí que eras mi hogar, mi principio
y mi fin.
Olvidé tantas cosas…
que los sentimientos no responden
ante nadie, vagan en libertad, flotan,
atan o se evaporan.
Se diluyen en el tiempo,
se agrandan en la memoria y alborotan
el entendimiento.
Olvidé también que carecen de voluntad,
que son descarados,
que a veces se dejan asustar,
por el temor y las dudas,
nos vuelven vulnerables pero también
nos hacen decididos e intrépidos,
porque el amor es más fuerte que el miedo
y contiene promesas y deseos
que brotan sin permiso y batallan
para que los sueños se hagan realidad.
Olvidé también que el amor es voluble,
que a veces cambia de dirección sin avisar
dejando corazones rotos y amores imposibles,
noches vacias interminables e inquietantes,
un tiempo infinito
demasiado doloroso para recordarlo.
Todo eso lo olvidé, pero no me olvidé de vivir,
por eso pude deshacerme de tu abrazo,
conseguí expulsar la soledad
de mi corazón,
Escapé de un mundo incómodo
y caminé sin notar la resistencia
de la vida.

Te llevaste mi corazón,
mi alma, todo el amor de una vida compartida.
Ya nada será igual.
No me acostumbro a esta fría soledad,
que me recuerda a ese último día,
tan frío, tan triste, tan desgarrador.
Te busco en todos los rincones
y lugares donde tanto te amé.
Te sueño y me abrazas, meces mi alma.
Me aferro a los recuerdos,
y cada catorce de febrero, nuestra casa se llena de tulipanes,
esos, que cada año,
tú me regalabas.
Yo no tengo alas, para poder volar,
pero por ti, al cielo subiré,
para volver a ser yo en ti.
Te quiero, para siempre

Fui al parque
tal y como me pediste,
te esperé en el banco,
tal y como me pediste.
Esperé,
también aquel día llovía.
Con la mirada perdida
viajando por recuerdos tristes
me sentí perdida,
por un momento,
tan solo por un momento.
Resguardada en la calma
del silencio
volví a la realidad
poco a poco,
despacio.
Fue como volver a sentirlo
todo de nuevo
y me di cuenta de que
no necesitaba que existieras
en mi vida.
Tu voz rompió el silencio
no quise encontrarme
con tus ojos,
me faltó mi fuerza y tu cariño.
Sonreíste mostrándome
tu tristeza,
silencié mis recuerdos,
no había nada que salvar.
El cielo estaba negro,
hacía frío y llovía con violencia
una tarde fría y triste.
Por mi propia cordura
huí para alejar el deseo
de regresar
a tu lado.

Entre cuentos, sueños y silencios
guardaré nuestros recuerdos.
Ahora que lo nuestro
es pasado,
no borraré las huellas
que dejaste en mi alma.
Sonreiré al recordarte,
siempre.
No buscaré las razones
del porqué te has ido,
solo,
recordaré lo vivido
lo sentido.
Yo viviré, amaré, sentiré,
todo, estará en armonía,
seguiré respirando
caminando.
Me quedaré con tu alegría.
No te convertiré
en nada.
Solo habrá un mensaje
de despedida;
valió la pena amarte,
por la vida que me regalaste.
Te quedarás conmigo,
haciéndole compañía
a mi soledad.
P.D: Te hubiese elegido siempre

Los silencios eran suaves,
me envolvieron,
me sorprendió la calma,
no el silencio,
sino la calma,
al sentirte cerca de mi.
A pesar de la distancia,
estabas, a mi lado,
acompañando mi soledad.
Entre suspiros se nos escapo el amor
podría haberte querido, más,
mucho más.
Me perdí en las luces de la ciudad,
con todos mis sentidos
pude recordar tu voz,
acaricié tu piel, te recorrí,
respire tu aroma,
hice mio tu llanto
bajo la lluvia, te cobije,
pero no pude quitarte la pena.
Y aunque ya no estas,
y nunca estarás
conmigo bajo las estrellas
bailaste aquella noche.
Abrazada a ti,
no pude decirte,
quédate , todo te lo doy.
Me lo impidió
la razón..
Ya rendida,
me solté de tu mano
y te deje marchar
y contigo mi vida,
mi amor….
Silencio,distancia, despedida

Quiso ser silencio,
quiso ser oscuridad,
el final de la historia,
la última estrofa de un poema.
el último acorde de una canción.
Quiso ser el dolor
de todas las heridas,
la distancia,
y el más largo
de los otoños.
Quiso ser el adiós
de una despedida,
el temblor en la despedida
al deshacerse de un abrazo.
Quiso ser jirón en su alma,
y ser parte de él,
aunque a veces doliera,
para que nunca la olvidara.
Quiso ser la nada
más absoluta,
para que no se rompiera
el delgado hilo,
que aún los mantenía unidos.
Cansada, harta de buscar
respuestas en los silencios
cansada de amar
entre recelos,
ella que se hubiese perdido
siguiendo sus pasos,
escapó.
– “Ya no dueles”
se decía-
-“Ya no dueles”
se engañaba.
Pero todo aún andaba
medio revuelto.
Destino trabado,
incertidumbres y desconsuelos.
La vida le dirá
que será de ella…
