
poemas de despedida
Este es un lugar especial dedicado a la poesía de despedida, una de las cosas que más cuesta en la vida y que al mismo tiempo es la más necesaria.
Podrás encontrar tanto poemas de despedida cortos, donde el adiós no tiene rencor y se deja marchar a la persona que se ama, como poemas de despedida a un ser querido, hasta algún que otro poema de despedida con reproches.
Saber decir adiós no es fácil pero se puede conseguir y espero que estos poemas de despedida te ayuden a hacerlo.
Todas mis poesías de despedida
Viejos desencuentros en abril
Por ser primavera
me distraje
pintando los colores
del paisaje de nuestra historia
y pasaste de largo.
Era una historia sencilla y buena
llena de zozobras que yo
desconocía.
Olías a tomillo
y a tierra mojada, a urgencia
de libertad demoledora.
Una nube pasajera
tapó un ratito el sol
y sentí un frío traicionero.
Me dejaste para el futuro
y el futuro es caprichoso.
Me guardaste en un rincón
llena de preguntas sin respuestas
y ahora estas en todos lados
despertando recuerdos
nunca acallados,
susurrándome secretos.
Me dejaste lágrimas que desgarran
que ocultan el horizonte y dejan el alma vacía
las llenan de rabia, desesperación,
dolor, angustia.
Ahora, cara a cara, traes gotas de lluvia.
Tratando de eludir lo que ya no quiero oír,
suplico tu silencio, imploró que calles.
Solo hablamos con la mirada.
Abrazo y silencio,
el cielo está encapotado,
me sonríes con dulzura yo a ti con desgana.
Se va cerrando el tiempo

Una debilidad
Mi alma está desconcertada
¿Será quizá porqué he empezado
a olvidarte?
Mi corazón tiene miedo
¿Y si deja de sentir?
¿Que me ha pasado
para no seguir queriendote?
Que extraño es este silencio,
este dolor.
Mi amor está dañado
pero se resiste a morir
por qué fuiste mi vida entera
entonces, ¿Cómo es posible que quiera
deshacerme de ti?
de la invasión de tu recuerdo.
Noto como vas perdiendo fuerza,
como te vas alejando,
pero no bajo la guardia, me acechas,
y apareces en cualquier momento
rompiendo mi tranquilidad.
Siento la pena infinita de mi corazón
luchando contra ti,
sigo herida,
no se si seré capaz de recibir más oleadas
de tristeza,
me da miedo comprobar, que eres
mi debilidad.

Tranquila
En la hora más oscura
la que precede al alba,
se abraza a la noche
para tranquilizar un poco
su desbocado corazón.
Pronto tendrá que marchar
y no sabe si podrá
soportar la pérdida.
Siente miedo
un escalofrío de temor
la recorre entera,
le inquieta el simple
hecho de separarse de su cuerpo,
pero sabe que debe hacerlo
soltarse de su abrazo
e irse muy lejos
a un lugar donde poder abandonar
la tristeza,
Tranquila, se dice,
no volverás a tener días sin esperanza,
volverán las horas de calma.
Intenta no perder el norte
aunque su brújula no sabe darle
las coordenadas
del camino que acaba de emprender.

Un tiempo indefinido
Fuiste, eres, serás en mi,
una fuerza tan violenta que casi
me destruyes.
Creí que eras mi hogar, mi principio
y mi fin.
Olvidé tantas cosas…
que los sentimientos no responden
ante nadie, vagan en libertad, flotan,
atan o se evaporan.
Se diluyen en el tiempo,
se agrandan en la memoria y alborotan
el entendimiento.
Olvidé también que carecen de voluntad,
que son descarados,
que a veces se dejan asustar,
por el temor y las dudas,
nos vuelven vulnerables pero también
nos hacen decididos e intrépidos,
porque el amor es más fuerte que el miedo
y contiene promesas y deseos
que brotan sin permiso y batallan
para que los sueños se hagan realidad.
Olvidé también que el amor es voluble,
que a veces cambia de dirección sin avisar
dejando corazones rotos y amores imposibles,
noches vacias interminables e inquietantes,
un tiempo infinito
demasiado doloroso para recordarlo.
Todo eso lo olvidé, pero no me olvidé de vivir,
por eso pude deshacerme de tu abrazo,
conseguí expulsar la soledad
de mi corazón,
Escapé de un mundo incómodo
y caminé sin notar la resistencia
de la vida.

Amor mío
Te llevaste mi corazón,
mi alma, todo el amor de una vida compartida.
Ya nada será igual.
No me acostumbro a esta fría soledad,
que me recuerda a ese último día,
tan frío, tan triste, tan desgarrador.
Te busco en todos los rincones
y lugares donde tanto te amé.
Te sueño y me abrazas, meces mi alma.
Me aferro a los recuerdos,
y cada catorce de febrero, nuestra casa se llena de tulipanes,
esos, que cada año,
tú me regalabas.
Yo no tengo alas, para poder volar,
pero por ti, al cielo subiré,
para volver a ser yo en ti.
Te quiero, para siempre

Otoño en el parque
Fui al parque
tal y como me pediste,
te esperé en el banco,
tal y como me pediste.
Esperé,
también aquel día llovía.
Con la mirada perdida
viajando por recuerdos tristes
me sentí perdida,
por un momento,
tan solo por un momento.
Resguardada en la calma
del silencio
volví a la realidad
poco a poco,
despacio.
Fue como volver a sentirlo
todo de nuevo
y me di cuenta de que
no necesitaba que existieras
en mi vida.
Tu voz rompió el silencio
no quise encontrarme
con tus ojos,
me faltó mi fuerza y tu cariño.
Sonreíste mostrándome
tu tristeza,
silencié mis recuerdos,
no había nada que salvar.
El cielo estaba negro,
hacía frío y llovía con violencia
una tarde fría y triste.
Por mi propia cordura
huí para alejar el deseo
de regresar
a tu lado.

Posdata
Entre cuentos, sueños y silencios
guardaré nuestros recuerdos.
Ahora que lo nuestro
es pasado,
no borraré las huellas
que dejaste en mi alma.
Sonreiré al recordarte,
siempre.
No buscaré las razones
del porqué te has ido,
solo,
recordaré lo vivido
lo sentido.
Yo viviré, amaré, sentiré,
todo, estará en armonía,
seguiré respirando
caminando.
Me quedaré con tu alegría.
No te convertiré
en nada.
Solo habrá un mensaje
de despedida;
valió la pena amarte,
por la vida que me regalaste.
Te quedarás conmigo,
haciéndole compañía
a mi soledad.
P.D: Te hubiese elegido siempre

Silencios, distancias, despedidas
Los silencios eran suaves,
me envolvieron,
me sorprendió la calma,
no el silencio,
sino la calma,
al sentirte cerca de mi.
A pesar de la distancia,
estabas, a mi lado,
acompañando mi soledad.
Entre suspiros se nos escapo el amor
podría haberte querido, más,
mucho más.
Me perdí en las luces de la ciudad,
con todos mis sentidos
pude recordar tu voz,
acaricié tu piel, te recorrí,
respire tu aroma,
hice mio tu llanto
bajo la lluvia, te cobije,
pero no pude quitarte la pena.
Y aunque ya no estas,
y nunca estarás
conmigo bajo las estrellas
bailaste aquella noche.
Abrazada a ti,
no pude decirte,
quédate , todo te lo doy.
Me lo impidió
la razón..
Ya rendida,
me solté de tu mano
y te deje marchar
y contigo mi vida,
mi amor….
Silencio,distancia, despedida

La vida le dirá
Quiso ser silencio,
quiso ser oscuridad,
el final de la historia,
la última estrofa de un poema.
el último acorde de una canción.
Quiso ser el dolor
de todas las heridas,
la distancia,
y el más largo
de los otoños.
Quiso ser el adiós
de una despedida,
el temblor en la despedida
al deshacerse de un abrazo.
Quiso ser jirón en su alma,
y ser parte de él,
aunque a veces doliera,
para que nunca la olvidara.
Quiso ser la nada
más absoluta,
para que no se rompiera
el delgado hilo,
que aún los mantenía unidos.
Cansada, harta de buscar
respuestas en los silencios
cansada de amar
entre recelos,
ella que se hubiese perdido
siguiendo sus pasos,
escapó.
– «Ya no dueles»
se decía-
-«Ya no dueles»
se engañaba.
Pero todo aún andaba
medio revuelto.
Destino trabado,
incertidumbres y desconsuelos.
La vida le dirá
que será de ella…
