Hay una razón

Para que la duda

no te haga daño

yo te quiero acompañar

el resto de tu vida.

Quiero llegar al borde

de tu alma,

devolverte un mar en calma.

Encender la luz

que se quedó a oscuras.

Atrapar todos los fantasmas,

cambiar tu mundo.

Mariposas y luciernagas

jugarán con tu corazón

y sentirás cosquillas sin parar.

Te enseñaré los colores

de la vida,

nunca te faltaré.

Te besaré cada vez

que quieras llorar.

Cuando te vayas a dormir

no volverá a envolverte

la niebla.

Te cantaré sin darme cuenta

para que vuelva

a ti la poesía.

Comparte este poema...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *