
poemas de esperanza
Este espacio está dedicado a la poesía de esperanza, donde el protagonista es otro de los sentimientos del alma: la esperanza. Disfruta de la lectura de un poema de esperanza y recorre con él un camino lleno de emociones.
En estos poemas sobre la esperanza encontrarás versos optimistas para afrontar la vida a través de ellos. Espero que disfrutes de mis poemas de vida y esperanza, tanto como yo escribiéndolos.
Un triste poeta
que no quiere ser olvidado,
alza la vista a menudo hacia el infinito.
Recuerdos insignificantes
cruzan raudos
por el puente de los suspiros
y se clavan en su alma
como fragmentos de cristal,
reflejando el pasado
en pedazos pequeños
que le devuelven a un doloroso
después,
lleno de angustia, por no poder exorcizar
a los fantasmas
que llenan de miedo
su corazón torturado.
Sintió una punzada en el centro
de su pecho,
el dolor del recuerdo.
Pensó que quizá, había que verlo todo
con el color de la luz adecuada,
la luz de su mirada.

Un triste poeta
que no quiere ser olvidado,
alza la vista a menudo
hacia el firmamento.
Recuerdos insignificantes
cruzan raudos
por el Puente de los Suspiros
y se clavan en su alma
como fragmentos de cristal
reflejando el pasado
en pedazos pequeños
que le devuelven
a un doloroso después,
lleno de angustia
por no poder exorcizar
a los fantasmas
que llenan de miedo
su corazón torturado.

Tan fácil
tan difícil.
quiéreme
no te pido mucho
¿O te pido todo?
Quiéreme
que sabré quererte
Quiéreme
que sabré esperarte,
quiéreme que sabré
cuidarte.
Déjame que sueñe
que abriré y serás tú,
déjame abrazarte
así por quienes fuimos
por quien somos
pero, sobre todo
por lo que seremos.
Ahora que ya mis heridas
quedaron atrás
porque ahora sé que entre
tanta nada
si tú me quieres todo es.

Me preguntas si te amaré siempre
y yo solo puedo darte una respuesta.
Te amaré hasta que te ame.
No me pidas que mida el tiempo
de mi amor, pues no sabría hacerlo.
Te amaré mientras mi corazón
así me lo confirme,
quizá pueda amarte eternamente
quizá pueda amarte mas allá del fin.
Pero dime, ¿sabes tú lo que es la eternidad?
no, no llores
mi amor por ti es fuerte
pero quién sabe lo que nos espera
al volver una página, al doblar una esquina
quien sabe lo que el destino nos depara.
Te amaré hasta que tenga fuerzas
te amaré mientras te sienta,
pero no me pidas que mida
el tiempo de mi amor.

Volaré muy lejos
tan lejos que nunca podré regresar.
Volaré para descubrir lo que mi vida significa.
Volaré para alejarme
de lo que ahora no comprendo.
Volaré y encontraré mi camino
estaré muy lejos, tanto
que nadie recordar mi ausencia.
Volaré y llegaré hasta ti
y donde te encuentre construiré mi hogar
lleno de paz, lleno de luz
lleno de mil sensaciones
y ya no hará falta regresar.

Te regalo mi voz,
mi risa, mi luz.
Iré dejando pedacitos
de mi,
por todos los rincones
de tu corazón,
para, que en cada latido
los vayas descubriendo.
En las nubes dejaré
lágrimas sin abrir.
En luna y media
prenderé mi sonrisa.
En la brisa, suspiros
de pasión, deseo
o esperanza.
Te recitaré versos
en la madrugada.
De besos vestiré
tu cuerpo.
Tu sed será mi sed
y te beberé a sorbos.
Te abrazaré
y así te envolveré
en un cielo azul.
Viviremos tormentas
y calmas,
cuentos infinitos
a los que nunca
pondremos fin.

Erase una vez, una ternura
que se convirtió
en melancolía.
Una nostalgia que se hizo fuerte
en cada madrugada
porque la soledad,
le daba miedo.
Y sin avisar un día,
la tristeza
la vino a buscar.
Se durmió su corazón
y el amor quiso desertar.
La esperanza la encontró
y no la dejó desfallecer,
la abrazó muy fuerte
la llenó de fuerza,
de fe,
le regaló la libertad,
el poder de elegir,
y ella eligió
dejar atrás los miedos
y los días de ceniza.

Al girarme,
me vio llorar,
entendió todo
lo que me pasaba
por dentro.
Me regaló una
sonrisa,
y como si quisiera
alargar el tiempo
y las palabras,
me regaló una esperanza,
al decirme,
que en esta vida
no hay coincidencias,
solo destinos hilados,
hilos rotos que se remiendan
con puntadas de pasión.
Abrazos invisibles
que hacen común un destino.
Que a veces,
las palabras sobran,
ante las miradas sinceras,
que todo está escrito.
Que el tiempo entierra
lo que el corazón no olvida,
pero que la razón
quiere olvidar.
Que hay amores que no duelen
y nunca mueren.
Que hay personas
con las que siempre puedes
ser tú.
Que se puede jugar a inventar
un paraíso
y encontrar algo parecido
a la felicidad.
Que hay desconsuelos
que no tienen remedio,
pero qué,
las estrellas se iluminan
cada noche.
Que la vida es una espiral
que gira y gira
sin parar,
dando vueltas
y parece que nunca
vas a llegar a tu destino,
pero al final,
siempre se llega al destino.
Y que como una vez
en algún libro leyó:
“Nunca alcanzaremos la luna,
porque no se deja,
pero, somos lo que soñamos
y nunca deberíamos dejar de soñar”.
