Como tú a mí

Tu mirada se perdía en el infinito

tus manos arrugadas prematuramente

me acariciaban con esa ternura tan tuya.

Tu voz me hablaba y me contaba cuentos

mientras yo me dormía cerca de tu corazón.

Te quería tanto como tú a mí.

Nadie ha vuelto a quererme así

te llevo dentro de mi corazón

y nunca podré olvidarte.

Me dejaste tan pronto que no pude

demostrarte cuanto te quería.

Ahora sé, que desde allí arriba

tú me miras y sé que me mimas

y me cuidas como siempre.

Y aunque ya no estás conmigo

aunque ya no estés presente

te sigo sintiendo muy cerca

porque nunca te fuiste de mi corazón.

Te quiero mi adorada yaya, merecías haber sido feliz.

Comparte este poema...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *