Me enamoré de una estrella,
la idealicé.
La contemplaba en la noche
y la añoraba en la mañana.
Me enamoré de la luz
que reflejaba en mi cara.
Me enamoré de la lejanía
de los sueños que inspiraba.
Me enamoré de la nada
porque nada poseía.
Me enamoré de lo imposible
pues no puedo alcanzar una estrella.