Destino diverso

Un día el sol se volvió

osado

y quiso envolver

por completo a la luna.

Las estrellas celosas

empujaron a la luna

para esconderla

detrás de una nube.

Con la luz diáfana

de la mañana

fueron en sentidos opuestos,

casi pudieron haberse tocado.

Hay días que no debería amanecer.

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