La oscuridad
y el miedo
no me alcanzaran.
Anclada a la tierra
desnuda e imperfecta
con mi memoria lejana
preñada de esperanza.
Con el corazón revuelto
vacía de malos pensamientos,
sin ninguna duda
con el alma despierta,
la duda dormida,
entre el ayer y el mañana,
elijo el futuro.