EL ÚLTIMO VIAJE

Le ocultó su dolor

y sus dudas.

Quedó afligido

e inconsolable.

Su mirada fría,

era la de un hombre

sin esperanza.

Viejos dolores 

lo acechaban.

 

Inmutable,

no sabía como superar

sus pesares.

Entre la ingratitud

y el remordimiento,

maldecía contra el destino.

 

Se dejó arrastrar

por la vida

de tanto que le dolía.

Derrotado, desolado,

lleno de pesadumbre,

vivió sin rumbo, ni propósito.

 

Y todo sucedió `porqué

perdió el alma una tarde

de verano.

Comparte en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *