Promesas

A veces parecía que el alma

no le cabía en el cuerpo

y se le desbordaba por los ojos.

Intentaba sacar del sombrero otra esperanza

sacar de la manga otro comienzo.

Porque sabía que la tragedia es,

no saber escuchar y no tener que decir

y el silencio se había adueñado de su vida.

Y aunque la vida se ve mejor de lejos,

 caminó en círculos

para aprender de sus pasos

y así no alejarse de su centro, de su mundo.

Sabía, que a veces, solo a veces,

solo queda prometerlo todo

aunque esa promesa sea vacía,

aunque ella misma al decirla no la crea

sabía que es más triste vivir sin intentarlo

que morir en el intento.

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