Esperando… te

Toda la vida perdida

preguntándose ¿por qué?

Quiso olvidar el mundo entero.

Y cuando lo encontró, él,

alivió toda su sed,

le susurró al oído…

«Recuerda… Te quiero»

¿Cómo podría olvidar?

Le respondió su mirada…

Si me has dado la vida,

me has regalado

la alegría.

Has plantado margaritas

en mi luna.

Has despertado

el deseo dormido.

Me rindo ante ti,

tapa mi boca

con tu boca,

ahoga tus ganas

en mí.

¡Anda, quédate!

Llevo toda la vida esperándote.

Él se quedó

toda la vida anduvo buscándola.

Comparte este poema...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *