Y la vida me siguió sorprendiendo

Amé, sentí, sufrí,

entregué, recibí,

lloré, reí,

deseé, viví.

Fui valiente, fui cobarde,

quemé las ganas,

ardí de celos.

Gané y perdí,

me rebelé y acaté.

Escribí versos locos

de pasión desatada.

Confié, recelé,

mi corazón fue pregonero

de las ausencias,

de mis afectos.

La noche confidente

de mis desvelos,

la mañana compañera

de mis penas.

Al final,

comprendí, entendí

y agradecí.

Y así

la vida me siguió

sorprendiendo.

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