Y ella, completamente enamorada
le pregunta:
¿Qué me das, que me haces falta?
y él, feliz de estar en ella
le contesta:
Te doy la ternura de mi voz.
las caricias de mis manos.
la alegría de mi mirada.
la sonrisa que florece, al pensarte,
al soñarte.
Te doy lo que también necesito,
mi atención, mi amor.
Te doy la magia que hace
que el corazón se llene
poquito a poquito.
Te doy el regalo de la vida.
el querer saber de ti,
cada día descubrirte.
Te doy el roce de mis labios
en tus labios.
Te doy mi cielo estrellado
y te guardo en el fondo
de mi corazón.
Por qué te quiero,
todo el tiempo que nos perdimos.
