Una piel de verano,
labios color cereza,
frágil corazón,
una sonrisa
donde perderse.
Él la desea,
ella se entrega.
Con la voluntad
quebrada
apagan la luz
y las caricias
se vuelven lentas.
Ella quiere amarlo,
él la elige.
Y soñaron que cada uno
formaba parte del otro,
sospechando que era
cosa del destino.
Ella quiere un futuro,
él se lo concede.
Se compromete
y se apega a él,
porque estar separados
es ya imposible.