¿ Y después?
Después nada.
Paredes descascaradas y olor a humedad.
Rehacer el camino sola,
olvidar el camino que conduce
hasta tu casa.
Vacilar, existir, temer, sufrir.
Mirarte por última vez
silencioso y quieto.
Ver como la vida te lleva
a otro lugar
con mi nombre escrito
con ceniza.
Encontrar la manera
de hacer que lo justo y lo deseable
resulte irrelevante,
para que no parezcas un cobarde.
Vuelve todo a la nada
sin más certeza que mi instinto,
deseos contradictorios
me invaden de pronto.
Tú te vas,
yo me quedo.
