Levantó la mirada
hacia las estrellas,
intentó contener las lágrimas
recorrió en silencio
el camino de vuelta
a casa
Esta vez no pidió
ningún deseo.
Una expresión angustiada
le cruzó el semblante
al recordar que a pesar
de que una vez una estrella generosa
le regaló el final de algo
y el principio de otra cosa,
no todo se mueve,
no todo cambia.
Algunas cosas a pesar
de desearlas mucho
y de ser concedidas
son siempre imposibles.