Tiene los ojos húmedos,
la mirada perdida
en la nada.
Los labios apretados
para que no se escapen
más suspiros.
Un esbozo de sonrisa triste
que se esfuma como el viento.
Con sus manos escondidas
aprisiona deseos.
La fatiga de una vida,
una vida imposible
que nunca llega a tocar fondo
porqué siempre llega el amanecer.
Por eso se le escapan unas lágrimas,
no puede alcanzar la paz,
la tranquilidad.