Un alma en penumbra

Tiene los ojos húmedos,

la mirada perdida

en la nada.

Los labios apretados

para que no se escapen

más suspiros.

Un esbozo de sonrisa triste

que se esfuma como el viento.

Con sus manos escondidas

aprisiona deseos.

La fatiga de una vida,

una vida imposible

que nunca llega a tocar fondo

porqué siempre llega el amanecer.

Por eso se le escapan unas lágrimas,

no puede alcanzar la paz,

la tranquilidad.

Comparte este poema...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *