Era un hombre triste

Era un hombre

al que el alma

se le escapaba

por las rendijas del corazón.

Que escondía sus lágrimas

y lloraba sin llorar.

Reía sin risa,

porque solo conocía

la tristeza

y vivía sin vivir

porque no quería

conocer la alegría.

Quiso ser dueño

de la tristeza,

de la desesperanza

y el dolor.

Se hizo amante

de la soledad,

para sentirse libre

de afectos y emociones.

Era un hombre

sin sombra,

sin vida

sin futuro

ni esperanza.

Era un hombre triste

un triste hombre.

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