Como ella quería

En la boda de la abuela, hubo fiesta y algarabía, porque de no poder casarse por la falta de dinero, al final y sin esfuerzo, tuvo la boda que ella quería.

Ella, que era novia, deseaba una boda como Dios manda, pero en su época las cosas escaseaban, además había un problema, festejaba con un primo segundo y hasta al Papa había que pedir dispensa, que además costaba trece duros.

Y quiso la ventura, el destino o las hadas que su boda fuera como ella soñaba, porque la fortuna llamo a la puerta de su padre, el hombre que también andaba preocupado por las circunstancias, sin poder se gastó una peseta en lotería y en el número de la suerte dos mil pesetas se llevaron.

Y le dijo el padre a la hija que arreglara los papeles, que la boda estaba dispuesta y ella se compró un traje negro, como mandaba la época, unas medias con espigas y unos zapatos de charol abotonado,

Y llego su gran día, y del brazo del novio iba, le regalaron, tres tortas, y por el camino las repartía como buenamente podía.

Al salir de la iglesia, otra sorpresa la sorprendía, cayó una nevada que palmo y medio media, pero ella estaba contenta que ya no era novia, que ya era esposa por el resto de sus días.

Y como el destino lo quiso, en la boda de la abuela hubo arroz, anises y dulces, y hubo fiesta como ella quería.

Y hubo amor entre los dos porque, como decía la abuela, no hay cosa mejor en el mundo que estar enamorada.

Gracias, yaya Irene, por todo lo que de ti aprendí… estás siempre en mi corazón.

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