Y los sueños vida son

La memoria me pone trampas entre las sombras de la noche y tú, que solo existes en mi mente, te paseas libremente hurgando cada rincón, guareciéndote en mí, haciéndote fuerte; un amor que no supo amar, un amor que nunca fue.

Me asaltas en mis sueños para que no pueda esquivarte, para decirme que no me deje engañar por la realidad, esa en la que no existes de verdad, por eso quizá despierto cada día temerosa de no encontrarte cuando caiga la noche y el sueño me alcance. 

Y así sigo cada día, percibiéndote en mi propio cuerpo, en mi existencia que es la tuya. Nada tiene sentido, pero me aferro a ti como si fueses un último grito de auxilio, para apaciguar mi ansiedad en tu abrazo.

Así, cada noche, intento acariciarte, abrazarme a ti y convertirme en un sueño perpetuo, alargar las horas para no despertar jamás.

Tanta vida en un sueño, te huelo, te siento, te escucho y dejo de sentirme como una tumba abandonada, arrasada, descuidada, devastada. Un despojo que no le importa a nadie. 

Río, contigo, sonrío, tengo esperanza. Calmas las aguas bravas de una vida atribulada, por eso duermo, por eso sueño, para perderme contigo, porque a veces el mundo para mí es demasiado grande y me siento pequeña.

Sobrevivo soñando, nunca hay últimos días, ni despedidas, siempre vuelves, no hay presente ni futuro, ni incertidumbre, solo el tiempo de los sueños, el tiempo suficiente para llegar a tiempo antes de que llegue la madrugada y ambos mundos se confundan ¿sueño, vida, realidad, quimera? Mis sueños son una locura, pero yo no estoy loca, es tan solo el ansia de mi amor por ti lo que no me deja seguir, avanzar, sin ti no puedo. Es fácil explicarlo, entre lo que quiero y lo que tengo, nada, entre lo que tengo y necesito, tú.

Es el destino de mi vida, ante ti vestida de luna, esperar la noche, dormir, tomar tus manos grandes entre las mías y sentir que soy feliz. 

Comparte este poema...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *