De amor y deseo

Sentada junto a él

distraída, bebe una copa

de vino.

Respira profundo,

mira tras la ventana

el cielo de un día

de domingo

de un invierno seco y monotono.

El silencio de media tarde

los envuelve.

Cierra los ojos,

el sonido de su voz

le llega en un susurro,

un escalofrío la recorre,

siente su corazón acelerado.

Guarda silencio,

tan solo lo sigue con su mirada

cuando lo ve acercarse,

no quiere enturbiar sus pensamientos.

El calor de la chimenea

caliente su cara,

en silencio lo contempla

con ojos tranquilos.

Reconoce la derrota

se estremece pero no se aparta

cuando ahora, abrazada a él,

como en un ovillo enredado

le escucha decir:

«Esta noche, olvidaras

todas tus tristezas» .

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