El tono de tu mirada
se hizo más amargo
y duro,
tan callado y silencioso,
aparentemente ajeno.
Un relámpago rasgó
el cielo
envuelto en la penumbra
del atardecer.
Otra mirada prolongada
enrevesada con rencores sombríos,
con recovecos llenos
de oscuridad.
El corazón late
pero no siente nada
es la falta de amor,
no sabias que moriría de pena.
¿Qué causó el derrumbe?
Las palabras, tus palabras
que se convirtieron en ruido
y fragmentaron mi alma.
El tiempo se fue amontonando
día a día
y cada día que no conseguí olvidarte
mi mundo fue perdiendo
el sentido,
hasta que no supe que hacer
mi pulso se volvió lento
hasta convertirse en un espasmo,
y el espasmo paró mi corazón
que dejó de latir por ti.