Te regalo mi voz,
mi risa, mi luz.
Iré dejando pedacitos
de mi,
por todos los rincones
de tu corazón,
para, que en cada latido
los vayas descubriendo.
En las nubes dejaré
lágrimas sin abrir.
En luna y media
prenderé mi sonrisa.
En la brisa, suspiros
de pasión, deseo
o esperanza.
Te recitaré versos
en la madrugada.
De besos vestiré
tu cuerpo.
Tu sed será mi sed
y te beberé a sorbos.
Te abrazaré
y así te envolveré
en un cielo azul.
Viviremos tormentas
y calmas,
cuentos infinitos
a los que nunca
pondremos fin.
